Mantenimiento de aire acondicionado: 5 razones para no ignorarlo

¿Tu maquina de trabajo gasta mucho combustible, no enfría bien o hace ruidos extraños? Podría faltarle mantenimiento.

El mantenimiento preventivo en todo equipo es un servicio programado de revisión, limpieza y ajuste de sus componentes clave (filtros, serpentines, ventilador, gas refrigerante y sistema eléctrico) para garantizar su funcionamiento óptimo, evitar fallas prematuras y reducir el consumo energético y/o de combustible. Este cuidado periódico -recomendado al menos una vez al año- prolonga la vida útil del equipo, mejora la calidad del aire que circula y previene reparaciones costosas, actuando como una medida de protección antes de que se presenten problemas graves.

¿Qué Incluye un Mantenimiento Preventivo?

1. Limpieza de Filtros de Aire

Los filtros acumulan polvo, bacterias y alérgenos, lo que reduce el flujo de aire y la eficiencia.

Se deben lavar cada 1-3 meses (dependiendo del uso).

2. Limpieza de Serpentines (Evaporador y Condensador)

El polvo y la suciedad en los serpentines dificultan la transferencia de calor, forzando el compresor.

Se limpian con aire comprimido o productos especializados.

3. Revisión del Nivel de Gas Refrigerante

Si hay fugas o falta de gas, el equipo no enfría correctamente y el compresor puede dañarse.

Debe ser realizado por un técnico certificado.

4. Chequeo del Ventilador y Motor

Se verifica que no haya ruidos anormales o desgaste en las aspas.

Se lubrican las partes móviles si es necesario.

5. Inspección Eléctrica

Revisión de cables, conexiones y termostato para evitar cortocircuitos o fallas.

6. Limpieza de la Bandera de Drenaje

Evita obstrucciones que provoquen fugas de agua o humedad excesiva.

7. Prueba General de Funcionamiento

Se verifica que el equipo encienda, enfríe y apague correctamente.

¿Qué pasa si no se hace mantenimiento preventivo?

  • Mayor consumo de combustible o de su fuente de alimentación que proporcione energía.
  • Sobrecalentamiento del compresor (reparación costosa).
  • Aire contaminado (contaminación, riesgo de alergias y problemas respiratorios).
  • Malos olores por acumulación de humedad y hongos.
  • Vida útil más corta del equipo (se desgasta antes).

Como conclusión podemos decir…

El mantenimiento preventivo no es un gasto, sino una inversión que ahorra dinero, mejora la calidad del aire y evita fallas graves. Si tu equipo no ha recibido servicio en más de un año, es hora de programar una revisión.